Clase Azul México nace de la cultura, tradición y artesanía mexicanas; de los paisajes y expresiones auténticas que inspiran a los artesanos de nuestro país a imaginar creaciones únicas: destilados exquisitos, objetos preciosos, experiencias inmersivas y destinos que te dejarán sin aliento.
Nuestro legado comenzó hace 25 años y actualmente se extiende a más de 50 países. Hoy, en camino a convertirnos en la primera casa de lujo mexicana, buscamos formar vínculos que transciendan el tiempo a través de creaciones íntimamente ligadas a la cultura y hospitalidad mexicanas y la armonía entre tradición e innovación.
EL TOQUE HUMANO
La artesanía es la expresión del toque humano que distingue todas nuestras creaciones.
Nuestros artesanos transforman las diversas manifestaciones culturales de nuestro país en objetos de gran significado, un proceso creativo que exige ímpetu artístico, gran habilidad técnica y el dominio de conocimientos generacionales.
LA TRANSFORMACIÓN
En Clase Azul México, nuestras acciones las dicta nuestro propósito:
“Existimos para cautivar al mundo a través de la magia de la cultura mexicana mientras nos transformamos en mejores seres humanos”.
Es por eso que, a través de todos nuestros proyectos, buscamos impactar positivamente en nuestra sociedad y transformar la vida de la gente con la que tenemos contacto.
COLABORACIÓN CON AMADOR MONTES
Esta creación única hecha para la iniciativa de Iluminemos por el Autismo se ha logrado a través de una colaboración con Amador Montes, un artista plástico oaxaqueño con más de veinte años de trayectoria que ha expuesto su obra a nivel internacional. Juntos, compartiendo la visión sobre el poder del arte, buscamos poner las tradiciones mexicanas en alto y generar un cambio positivo a través de ellas. Esta pieza busca aportar a esta noble causa desde la percepción y apreciación sensoriales.
El trabajo de Amador Montes, el cual cubre ahora el lienzo de nuestra icónica licorera, destaca por el rompimiento de las normas, la aceptación de los imperfectos y el empleo de iconografía idiosincrática nacida de la vida del artista.
Clase Azul México nace de la cultura, tradición y artesanía mexicanas; de los paisajes y expresiones auténticas que inspiran a los artesanos de nuestro país a imaginar creaciones únicas: destilados exquisitos, objetos preciosos, experiencias inmersivas y destinos que te dejarán sin aliento.
Nuestro legado comenzó hace 25 años y actualmente se extiende a más de 50 países. Hoy, en camino a convertirnos en la primera casa de lujo mexicana, buscamos formar vínculos que transciendan el tiempo a través de creaciones íntimamente ligadas a la cultura y hospitalidad mexicanas y la armonía entre tradición e innovación.
EL TOQUE HUMANO
La artesanía es la expresión del toque humano que distingue todas nuestras creaciones.
Nuestros artesanos transforman las diversas manifestaciones culturales de nuestro país en objetos de gran significado, un proceso creativo que exige ímpetu artístico, gran habilidad técnica y el dominio de conocimientos generacionales.
LA TRANSFORMACIÓN
En Clase Azul México, nuestras acciones las dicta nuestro propósito:
“Existimos para cautivar al mundo a través de la magia de la cultura mexicana mientras nos transformamos en mejores seres humanos”.
Es por eso que, a través de todos nuestros proyectos, buscamos impactar positivamente en nuestra sociedad y transformar la vida de la gente con la que tenemos contacto.
COLABORACIÓN CON AMADOR MONTES
Esta creación única hecha para la iniciativa de Iluminemos por el Autismo se ha logrado a través de una colaboración con Amador Montes, un artista plástico oaxaqueño con más de veinte años de trayectoria que ha expuesto su obra a nivel internacional. Juntos, compartiendo la visión sobre el poder del arte, buscamos poner las tradiciones mexicanas en alto y generar un cambio positivo a través de ellas. Esta pieza busca aportar a esta noble causa desde la percepción y apreciación sensoriales.
El trabajo de Amador Montes, el cual cubre ahora el lienzo de nuestra icónica licorera, destaca por el rompimiento de las normas, la aceptación de los imperfectos y el empleo de iconografía idiosincrática nacida de la vida del artista.